jueves, 21 de junio de 2018

Deseo para vos

Cada año cuando se aproximaba la fecha de cumpleaños de mis hijas, deseaba tener mucho poder adquisitivo para regalarles todo lo que anhelaban.
Pero desde que nacieron hasta ahora, años han pasado y mi deseo no fue más que eso, un deseo.
Hoy, con mucha más experiencia de vida y con el mismo poder adquisitivo de siempre he llegado a la conclusión que lo mejor que puedo regalarles son mis deseos. 
Mis deseos y mis consejos, frutos de esa experiencia de vida, para intentar que la de ellas sea más fácil y placentera.

Aquí va mi regalo para vos princesa:

Deseo que sientas confianza en vos misma, que nunca dudes de tu fuerza.
Que vivas la vida con ilusión, que siempre estés entusiasmada y con planes para el futuro.
Que tomes tus propias decisiones, sin temor a equivocarte.
Que puedas obtener logros y que disfrutes de ellos,sin esperar la aprobación de los demás.
Que puedas cumplir con tus propias obligaciones y no te agobien las responsabilidades de terceros.
Que no dejes de hacer nada por miedo, que sepas que los miedos se desvanecen enfrentándolos.
Que vivas con amor y pasión y que siempre prevalezcan tus sentimientos.
Que puedas decir sí o no con convicción y firmeza. Que nadie doblegue tu voluntad o frustre tus metas.
Que pongas límites con entereza y los sostengas.
Que tengas capacidad para aceptar cambios.
Que sean pocas las adversidades, pero que tengas la madurez suficiente para saber que no hay vida sin ellas y que puedes vencerlas.
Que le des crédito a tu intuición y actues en consecuencia.
Que no desistas, que tomes riesgos, que recuerdes que el "NO" es una posibilidad, pero que hay que ir por el "SI".
Que siempre tengas a quien y puedas pedir ayuda. Y que entiendas que hacerlo no es signo de flaqueza.
Que tengas el juicio preciso para comprender y perdonar. Y que destierres el odio de tu alma pues hace daño a quien lo siente.
Que puedas ver siempre la copa llena, que seas optimista.
Que no temas a los fracasos porque de ellos se aprende y siempre existe la posibilidad de revertirlos.
Que la amistad te sea propicia; la lealtad, tu mejor virtud; la paciencia, tu mejor instrumento y
la generosidad, una cualidad constante.
Que no olvides que la soberbia es un vicio y que una sonrisa es la mejor carta de presentación.
Que puedas aceptar opiniones y consejos con humildad, pero que nunca permitas que te descalifiquen, te discriminen o te menosprecien.
Que seas consciente que todo aquel, que te subestima, te desvaloriza o se dirige hacia vos con palabras ofensivas, no te ama.
Que vivas tu vida con libertad, pero que hagas buen uso de ella, porque podrías deslumbrarte con un mundo que termine siendo tu propio verdugo.
Que tu prioridad sea ser tu misma, sin estar pendiente de los prejuicios ajenos.
Y por último, deseo que recuerdes que fuiste una hija esperada y amada.
Que siempre estaré a tu lado cuando me necesites, en las buenas y en las malas, que todo lo que dije o hice para con vos como mamá,
fue pensando en tu bienestar y sin intención alguna de herirte.
Si sentiste que lo hice, te pido disculpas, a ser madre se aprende sin manual, a medida que los hijos crecen,
por eso existe margen de error.
Y que cuando llegue el dolor, que yo sé que llegará,
no se te enturbie el amor,
ni se te nuble la paz. (Liturgia de las Horas, Lunes I, Laudes)
                                                                                         Tu mamá.

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